Miércoles, 21 de octubre
Por si se da el caso y me sigue alguien fuera de mi entorno más cercano, pido perdón por el coñazo carlostercerístico que estoy soltando estos días. Lo siento, pero me debo a quien me lee y ellas me lo han pedido.
Continuo, pues, con la interesante narración de ayer.
UN DÍA CUALQUIERA DEL PRIMER CUATRIMESTRE DE SEGUNDO DE CARRERA
(II Parte)
(II Parte)
9:10 - Entra el profesor, mandando a la mierda todas mis esperanzas de cafeína. Comienza la clase.
9:11 - Abro mi carpeta (la tercera, aproximadamente, que tengo desde que empecé la carrera) y, cuidadosamente, busco folios limpios entre las hojas del clasificador. Como no encuentro ninguno durante la primera inspección, hago una segunda, más rápida y menos delicada.
9:12 - Pues no. No tengo. Susurro a Irene, sentada a mi lado, que me preste tres o cuatro.
9:13 - Mientras el profesor-a resume la clase anterior, pongo el nombre de la asignatura en la parte superior del folio, escrito en mayúsculas. Luego, la fecha. Procuro hacer una letra limpia y clara, para que me anime a estudiar el contenido cuando tenga que hacerlo.
9: 20 - El profesor-a termina el resumen. Joder, pues sí que explicó cosas el otro día. A ver si reviso mis apuntes cuando acabe la clase porque no me suenan muchas de las cosas que ha comentado.
9:21 - El profesor-a comienza el temario de hoy. Para asegurarse de que no se equivoca, opta por no improvisar: se sienta en su silla y va leyendo un taco de hojas que tiene sobre la mesa. Al menos, no es cruel y reduce la velocidad de lectura para que podamos copiar. Empiezo el dictado manteniendo la buena letra de la fecha, muy redondita y recta.
9:24 - Mientras copio no sé qué de no sé qué año, comienzo a plantearme el sentido de esa clase. Subo la vista y veo que todos mis compañeros copian mientras el profesor-a va leyendo. Me planteo si hemos evolucionado o, por el contrario, hemos retrocedido varios siglos y nos hemos convertido en monjes copistas. Deja de pensar, Blanca, y vuelve a tu trabajo.
9:26 - Miro a mi izquierda y a mi derecha para ver cuál de mis amigas tiene más pinta de distraída. Todas parecen copiar. ¡Escribe, Blanca, por favor!
9:55 - Un incauto-a levanta la mano y hace una pregunta al profesor. Aprovecho el paréntesis para revisar lo que he escrito, mientras hago giros con mi muñeca izquierda para que recupere la normalidad. Apruebo la caligrafía de mi hoja y media de apuntes.
9:57 - Uy, que bien. El profesor-a se ha ido por las ramas. Hablo con mi compañera de asiento para tantear si está receptiva. Mmmmh, parece que sí... Empezamos una interesante conversación sobre planes para el fin de semana.
10:07 - El profesor-a retoma el hilo y el alumnado vuelve sus caras hacia las hojas de papel.
10:08 - Al igual que él-ella, yo también quiero mantener el mío y continúo la conversación en el margen de mi folio de apuntes. Escribo sólo una frase, pero si me contesta y me sigue el rollo, ya tengo entretenimiento asegurado. ¿Lo hará?
10:08 - Al igual que él-ella, yo también quiero mantener el mío y continúo la conversación en el margen de mi folio de apuntes. Escribo sólo una frase, pero si me contesta y me sigue el rollo, ya tengo entretenimiento asegurado. ¿Lo hará?
10:09 - ¡Yuju!
10: 38 - Vaya, qué rápido ha pasado la última media hora. Miro los apuntes de mis amigas y veo que han copiado hoja y media más. Miro los míos y veo una folio que empieza con una letra perfecta, que va perdiendo su redondez y adecuada caligrafía según llega al final de la segunda cara y que se llena de cotilleos, marujeos y anotaciones que nada tienen que ver con la asignatura al final de segunda hoja. Bueno, ya nada puedo hacer puesto que quedan dos minutos.
10:40 - Oiga, que ya es la hora.
10:44 - Perdone...
10:48 - Disculpe, ¿puede dejar de leer? Es que me aburro y esto dejó de tener sentido en la Edad Media...
10:49 - Pero, pero, pero. ¡No le preguntéis nada ahora!
11: 51 - No puedo más.
11: 52 - Ay...
11:53 - ...
11:54 - ¿Ya?
11:55 - El profesor-a abandona el aula. ¡Vale! Tenemos cinco minutos de descanso antes de la próxima clase que durará... ¿cuatro horas? Ah, genial. Voy al pasillo a que me de el aire.
6 comentarios:
Me ha hecho mucha gracia lo de los "monjes copistas" XD
Nuria, Elena y yo éramos mucho menos sutiles: sacábamos una hoja y nos la íbamos pasando de una a otra con los marujeos pertinentes (nunca tuvimos claro el concepto "notita"). Con el tiempo fuimos evolucionando y usábamos colores distintos o dibujábamos cosas.
Lo mejor de coger apuntes es cuando no entendías algo y dejabas el hueco con la esperanza de que alguna compañera se hubiera enterado. terminaba la clase, preguntabas y todo el mundo tenía el mismo hueco en el folio.
Como bien ha reconocido Blanca esta mañana, se le ha olvidado un detalle importante. La mayoría de las veces no llevaba carpeta, por lo que tampoco tenía folios (con carpeta o sin ella), y... sus apuntes, o querían parecerse a éso, acababan en las carpetas de Irene y mías. Más que nada por cercanía geográfica (vivíamos en el mismo barrio).
Yo, cuando me perdía, como era muy organizadita y numeraba toooodas las páginas, pues mis folios en vez de ser numerados, eran letrados, es decir, les marcaba con la 'a', la 'b', la 'c'... pero claro, esta particular enumeración no tenía una tercera alternativa... Así que mi orden se acababa perdiendo...
¡Menudo trulo de comentario!
Ah, se me olvidaba una cosa: el alumno / la alumna que preguntaba cuando el profesor estaba guardando los papeles (ignorando las miradas asesinas del resto de la clase) y por su culpa nos quedábamos sin nuestro mísero descanso.
¡¡¡Blancaaaaaaa!!! Se te va a acabar la semana temática antes de que podamos saber cómo termina el día de clase. Que todavía queda el descanso perdido en reprografía, una clase, otro descanso para comprar chuches y otra clase.
Laura, lo de "notita" es una manera de hablar: nos valía cualquier folio en sucio (o en limpio...) capaz de librarnos momentáneamente de aquel sufimiento de profe o profa ;-)
Mari, yo también ordenaba mis apuntes y numeraba las hojas escribiendo 1, 3, 5,... en la primera cara, porque la de atrás tenía (obviamente) el siguiente número (2,4,6,...) . Luego me di cuenta de que nadie más entendía mi método :-(
@Irene: ¡no estás sola! Yo también numeraba por caras en vez de por folios.
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