"Lunes"

Lunes, 25 de octubre

No sé si esta mañana hace frío. Escucho de fondo, mientras intento mantener abiertos los ojos detrás de mi volante, que el área de servicio de la Cadena Ser de Madrid comenta que bajan las temperaturas nocturnas. Fuera aún es de noche así que supongo que habrá refrescado respecto a la semana pasada.

Recojo a mi amiga-socia-compañera de trabajo. Antes de entrar al coche, coloca en el asiento trasero una bolsa repleta de materiales que se utilizarán para grabar algunos vídeos esta semana. Por el retrovisor, me parece ver un cojín que sobresale de la bolsa. Brevemente, me pregunto qué utilidad le dará mi amiga-socia-compañera de trabajo.

Cuando se sienta a mi lado me quejo de la hora, del cansancio y del camión de la basura. Ella pregunta entonces por el fin de semana, que he pasado en Córdoba. Le hago un resumen de los dos días y le devuelvo la cuestión. Me cuenta su viernes, su sábado y su domingo, de manera más extendida que mi crónica. Yo la interrumpo para cubrir algunos huecos que completen el contexto, y ella responde pacientemente a mis preguntas absurdas.

Llegamos a la oficina, que está helada. Encendemos la bomba de calor para conseguir que la estancia esté, al menos, algo más tibia. Fugazmente se me cruza una cifra aproximada de la factura de luz del mes que viene pero el sueño disuelve rápidamente los números de mi cabeza. Ya me preocuparé llegado el momento.

Enciendo el ordenador y abro mi correo de empresa, mi correo de Hotmail, mi correo de Gmail, mi Tuenti, mi Facebook. Luego, analizo las ofertas de las páginas web de compra que me llegan dirariamente. No sé si es por culpa de mis ojos legañosos que aún no se han acostumbrado al brillo del ordenador, pero no veo nada interesante y las cierro.

Mi amiga-socia-compañera de trabajo prepara los materiales de la bolsa para empezar las grabaciones. En plena faena, oigo las llaves que anuncian que entra mi otra amiga-socia-compañera de trabajo que, además, completa su entrada triunfal con un toque al timbre de la oficina (sonido horroroso y terrible, no sé si lo he comentado alguna vez), haciendo que yo pegue un brinco en la silla. Con ella llega el café (y la cafeína) con la que espero despejarme del todo.

Sí, definitivamente ha llegado el lunes...

¿Nos vemos el martes, a las ocho?

1 comentarios:

Irene dijo...

No me recuerdes lo de la factura de la luz... miedo me va a dar cuando venga :-S

Publicar un comentario

Copyright @ De 8 a 8 y media | Floral Day theme designed by SimplyWP | Bloggerized by GirlyBlogger