Lunes, 29 de noviembre
Hacía mucho tiempo que no paraba en un semáforo y bajaba del coche corriendo para comprar el periódico en el kiosco. De hecho, desde que comenzamos la empresa y tuvimos que girarla hacia otros derroteros ajenos al periodismo, limito la prensa escrita al desayuno del fin de semana. Y, a veces, ni eso.
Pero hoy tenía ganas de comprar El País. Quería comprobar como se han planteado los más de 250.000 documentos clasificados del Departamento de Estado de los EEUU que les ha cedido Wikileaks. Es como volver a encontrarme con una información de esas que cosquillean el estómago y hacen que quieras saber más y más.
La primera vez que tuve esa sensación fue con la guerra de Irak. Leí con avidez todas las noticias sobre el tema, las recopilé y las clasifiqué cuando aún estaba en Bachillerato. Luego llegó la carrera y, con ella, las prácticas. Así, mi primera cobertura de un hecho noticioso fue en la Cadena Ser de Burgos, cuando apareció una cabeza de anciana en la cuneta de una carretera. Pasé varias horas con la compañera que estaba de guardia haciendo llamadas hasta que apareció el cuerpo. Había sido degollada por su hijo, que tenía que cuidarla.
Después de la Ser, pude cubrir otras informaciones interesantes en Europa Press y en Prisacom. Y cuando empezamos nuestra empresa, las cinco periodistas esperábamos poder elegir temas apasionantes, informativamente hablando. Todo llegará, estoy segura. De momento, vuelvo a meterme de lleno en secretos de estado y complots varios, a ver si recupero la emoción periodística perdida.
Nos vemos mañana, a las ocho.
[Me ha echo mucha ilusión saber que tengo una lectora que me ha descubierto a raiz de mi amiga-socia-compañera de trabajo y que me sigue aunque no me conozca. ¡Muchas gracias!]
2 comentarios:
Por favor, dime que cuando apareció la cabeza no te mandaron al lugar de los hechos :S
Me acabo de enterar de lo de la "media señora"... ¿Cuántas más cosas así de chungas tienes en tu pasado y que desconozcamos?
Publicar un comentario