Miércoles, 21 de marzo

Hoy tengo un día bastante complicado en lo que a trabajo se refiere. Por eso, voy a refugiarme en los cuatro copos que han caído en Madrid para evadirme y pensar que no estoy aquí, sino en un lugar en la montaña, viendo nevar al otro lado de la ventana, mientras la chimenea calienta la habitación.
Nos vemos mañana, a las ocho.
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