"Compañías simpáticas en el anuncio que luego te la clavan en la factura"

Miércoles, 3 de febrero


Después de tres días currando en mi piso, vuelvo a la oficina en un día más propio de trabajar desde casa. En mi rutina habitual, abro mis correos, Tuenti, Facebook y, tras mes y medio sin hacerlo, la página de blogger.

La portada de Facebook anuncia que tres de mis amigos se han hecho fan de "Compañías simpáticas en el anuncio que luego te la clavan en la factura". Yo soy más de "Compañías que entienden 'sí, quiero tener un adsl con ustedes', cuando les has dicho cinco veces que se vayan a hacer gárgaras", página que posiblemente no exista en esta red social, pero que refleja a la perfección lo que nos pasó la semana pasada en nuestra empresa. Os cuento.

El 20 de febrero pasado, una de mis Amigas-Socias-Compañeras de trabajo recibió una llamada de un comercial de Telefónica, informándole de que nos hacía una super oferta, una de esas que somos tontas si dejamos pasar. Mi Amiga-Socia-Compañera de trabajo le comentó que no estábamos interesadas pero que, por si acaso, llamara al martes siguiente para que hubiéramos hablado todas del tema.

Ese martes, el 23 de febrero, volvió a llamar un comercial sobre las 11:30 horas, preguntando nuestra opinión sobre el servicio que nos da Telefónica (al que calificamos de normal, puesto que sólo tenemos el mantenimiento de línea), y comentándonos otra oferta distinta a la del 20 de febrero. Contestamos que habíamos estudiado la oferta pero que no queríamos contratar nada. Durante el mismo día volvieron a llamar otras tres veces más para ofrecernos el mismo servicio, negándonos en cada llamada.

Al día siguiente, recibí una llamada de una comercial de Yacom, la empresa con la que tenemos contratada ADSL y llamadas, avisándonos de que tenía una solicitud de baja de ADSL a favor de otra compañía, aunque en su sistema no se especifica el nombre de esta última. Al ver mi sorpresa, me avisó de que tienen casos de altas fraudulentes de Yazztel y Telefónica, por lo que me recomendaba llamar a esta última por si nuestras negativas reiteradas a la contratación de sus servicios se habían interpretado como todo lo contrario.

Llamé entonces al 900 10 10 10 (teléfono de Telefónica) para preguntar por dicho alta y, después de sentirme estúpida diciendo a una máquina 'Sí', 'Adsl', 'No cliente', me remitieron al 902 052 192, alegando que es ahí donde llevan el tema de empresas. Por cierto, que después de comentarle que la razón de mi contacto era un alta fraudulenta en un servicio, el comercial intentó vender una oferta personal de internet y llamadas.

En ese número, un operador me explicó que en su sistema constaba que mi empresa había solicitado un alta en el servicio de ADSL y que Telefónica estaba a la espera de la confirmación de Yacom. Cuando le pedí que anulase dicho alta porque no se ha solicitado ni se ha consentido en ningún momento, me dijo que no tenía operativo el 'botoncito de anulación' de su sistema porque era nuestra empresa la que tenía que cancelar la operación. Encima, todo regadito con un bonito tono de condescencia, muy en el plan 'pobre mujer inferior, no sabes nada de cómo funcionan las grandes compañías'.

Lo mejor es que, cuando le dije que quería hablar con alguien responsable para reclamar esta situación, me dijo que sólo podía mandar una carta al servicio de reclamaciones de Gran Vía pero que, la verdad, no creía que me fueran a hacer mucho caso. Además, insistió que aún no se había producido un alta fraudulenta ya que que Telefónica SOLO había mandado la solicitud a Yacom y que, hasta que esta última no aceptara, no había nada ilegal.

Volví a llamar a Yacom, que me confirmó de nuevo que el proceso de anulación debe hacerlo Telefónica por ley, porque ellos tienen la obligación de tramitar cualquier baja que se solicite.

De nuevo, contacté con Telefónica, esta vez en el número de teléfono 1004, que tras dejarme en espera durante 15 minutos (al pedir hablar con alguien sobre una anulación de un 'alta fraudulenta'), me volvió a remitir al 900 10 10 10. No sé si os acordáis que ese teléfono era el en el que no atendían a empresas.

Ironías de la vida, resulta que finalmente un operador (ese sí que fue muy eficiente, educado y profesional) nos realizó el trámite de anulación inmediatamente. Además, me facilitó el apartado de correos donde podía mandar mi reclamación que era, por supuesto, distinto a la dirección que me facilitó el operador del 'botoncito'.

Tras eso, volvimos a recibir una llamada de Telefónica el viernes 26 de febrero y el lunes 1 de marzo, preguntando sobre nuestra solicitud de alta en ADSL.

¿Qué de qué nos quejamos?

1. De un alta fraudulenta en el servicio de ADSL que no sólo se realizó sin el consentimiento de ninguna de las gerentes de nuestra empresa, sino con su negación total a la prestación de dicho servicio

2. De la mala praxis de los operadores, que llegaron incluso a excusarse en el sistema para no realizar la baja en un servicio que no habíamos contratado cuando, por ley, deberían haberlo realizado.

3. De la falta de profesionalidad al intentar vendernos un producto cuando estábamos intentando solucionar una baja fraudulenta

4. De la falta de organización en el servicio de atención al cliente, en el que hicieron falta varias horas para conseguir contactar con alguien que supiera solucionar el problema

5. De la falta de organización dentro de la empresa Telefónica de España, que llamó cuatro veces para ofrecer el mismo servicio (incluso después de rechazarlo) y que ha contactado otras dos veces más después de anular el alta de ADSL

6. De que algunos operadores de Telefónica llegan a recurrir a la mentira para evitar que se lleve a cabo una reclamación, un derecho contemplado por la ley.

Así están las cosas.

Hasta mañana, a las ocho.

3 comentarios:

Irene dijo...

Eso se llama "desesperación por conseguir clientes". Pobres, echan de menos su monopolio :-(

Patricia Vera dijo...

El caso es que pasa en todas las compañías. Telefónica es especialmente cansina y tiene la costumbre de llamar a las 3 de la tarde o así, justo cuando todo el mundo está descansando y no quiere oir nada estresante. Siempre se puede hacer lo que hizo mi señor marido, que a la tercera vez que llamaron el mismo día para ofrecernos el mismo servicio les cantó: "¿Qué pasa? Esta semana se ha vuelto lo-ca" con el tonillo de la canción. Ese día no volvieron a llamar.

Laura dijo...

Patri, dile a tu marido que me grabe cancioncillas para mandar a tomar por culo a compañías de teléfono, que a mí me están acosando los de Jazztel.

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