"Hoy va a ser un buen día"

Martes, 16 de marzo

Para completar esta racha de posts siesos y sosos que llevo , un "Hoy va a ser un buen día" corona mi tablón de Facebook. Así que, después de una apasionante entrada titulada "por dios! quiero dormir!!!" y otra sobre los grupos de Fb, esta red social vuelve a esquivarme cualquier posibilidad de escribir sobre algo mínimamente profundo.

También es verdad que me meto en mi blog en los peores momentos, porque en los últimos días podría haberme explayado a gusto con cualquiera de los comentarios sobre la muerte de Delibes, el Congreso Digital de Huesca (al que asistí porque yo lo valgo y mi empresa lo paga) o la victoria de Alonso en Bahrein.

Pero no. No lo hice. Y hoy, siguiendo la filosofía de mi blog, debo ceñirme al último comentario que aparece en el tablón de cualquiera de mis redes sociales. Por lo tanto, chicos y chicas, "Hoy va a ser un buen día".

Si os digo la verdad, aunque típico, ese comentario es el que mejor puede describir la jornada de hoy. Me he despertado con el sol tiñiendo de rojo las paredes de mi habitación, recordándome que se acabó el mal tiempo y se acerca la primavera. Y con ella, mi ansiado cambio de hora, gracias al cual podré ver luz hasta las nueve de la noche y no deprimirme a las siete y media.

Será un buen día porque mis amigas-socias-compañeras de trabajo y yo tenemos un importante proyecto laboral en nuestra empresa, uno de esos que son tan grandes y complicados que, si salen adelante, te hacen crecer como empresa y como profesional.

También será una mañana genial después del café con dos tostadas que me voy a tomar en el bar de enfrente, que me saben a gloria todas las mañanas y que echaré de menos cuando nos traslademos a una nueva oficina, más grande, bonita y adaptada a lo que está creciendo nuestra empresa, no en tamaño, sino en importancia (ya que mi abuela vive en Burgos y no está para decirme lo estupenda que soy, me echo los piropos yo misma).

Después de unas cuantas horas limpiando a fondo mi casa, la tarde también será estupenda porque viene a cenar una amiga a la que no veo desde hace más de un año. Es una de esas amistades incondicionales, que soportan los 'Esta semana no puedo quedar', y siguen llamando para encontrar el momento perfecto y compartir un café.

Así que, después de todo, hoy sí que va a ser un buen día (aviso: si viene alguien a jodérmelo, me lo cargo)

Hasta mañana, a las ocho.